ERRATA

ERRATA
Donde dice:
La maté porque era mía.
Debe decir:
La maté porque no era mía. (Max Aub, Crímenes ejemplares, 1957)
ERRATA
Là dove dice:
La uccisi perché era mia.
Si deve dire:
La uccisi perché non era mia.

Tradotto da Laura Ferruta
 

Hablaba, y hablaba … / Parlava, e parlava …

HABLABA, Y HABLABA, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba, y hablaba. Y venga hablar. Yo soy una mujer de mi casa. Pero aquella criada gorda no hacía más que hablar, y hablar, y hablar. Estuviera yo donde estuviera, venía y empezaba a hablar. Hablaba de todo y de cualquier cosa, lo mismo le daba. ¿Despedirla por eso? Hubiera tenido que pagarle sus tres meses. Además hubiese sido muy capaz de echarme mal de ojo. Hasta en el baño: que si esto, que si aquello, que si lo de más allá. Le metí la toalla en la boca para que se callara. No murió de eso, sino de no hablar: se le reventaron las palabras por dentro. (Max Aub, Crimenes ejemplares, 1957)
PARLAVA, E PARLAVA, e parlava, e parlava, e parlava, e parlava, e parlava. E continuava a parlare. In casa mia la padrona sono io. Ma quella domestica grassa non faceva altro che parlare, parlare, e parlare. Dovunque io fossi, arrivava e cominciava a parlare. Parlava di tutto e di qualunque cosa, per lei era lo stesso. Licenziarla per questo? Avrei dovuto darle i suoi tre mesi di paga. Inoltre sarebbe stata capacissima di buttarmi addosso il malocchio. Persino in bagno: e questo, e quello, e quell’altro ancora. Le misi l’asciugamano in bocca perché tacesse. Non morì per questo, ma per il fatto di non parlare: le scoppiarono le parole dentro.

Tradotto da Laura Ferruta
 

Soy maestro / Sono maestro

SOY MAESTRO. Hace diez años que soy maestro de la Escuela Primaria de Tenancingo, Zacatecas. Han pasado muchos niños por los pupitres de mi escuela. Creo que soy un buen maestro. Lo creía hasta que salió aquel Panchito Contreras. No me hacía ningún caso, ni aprendía absolutamente nada: porque no quería. Ninguno de los castigos surtía efecto. Ni los morales, ni los corporales. Me miraba, insolente. Le rogué, le pegué. No hubo modo. Los demás niños empezaron a burlarse de mí. Perdí toda autoridad, el sueño, el apetito, hasta que un día ya no lo pude aguantar, y, para que sirviera de precedente, lo colgué del árbol del patio.
(Max Aub, Crímenes ejemplares, 1957)
SONO MAESTRO. Sono maestro alla Scuola Elementare di Tenancingo, Zacatecas, da dieci anni. Molti bambini sono passati nei banchi della mia scuola. Credo di essere un buon maestro. Lo credevo finché non spuntò fuori quel Panchito Contreras. Non mi prestava alcuna attenzione e non imparava assolutamente niente: perché non voleva. Nessun castigo faceva effetto. Né quelli morali né quelli corporali. Mi guardava, insolente. Lo supplicai, lo picchiai. Non ci fu verso. Gli altri bambini incominciarono a burlarsi di me. Persi ogni autorità, il sonno, l’appetito, finché un giorno non ne potei più, e perché servisse d’esempio, lo impiccai all’albero del cortile.

Tradotto da Laura Ferruta